Su
desaparición física, el día 29 de agosto de 1993, a los 62 años
significó una gran pérdida para la comunidad científica argentina. Casi
toda su labor la desarrolló en Pergamino, abocado al estudio y con
trol de la Fiebre Hemorrágica Argentina. Con la estrecha colaboración de
diferentes organizaciones locales y de la comunidad de
la zona rural afectada por la FHA, de la que supo ganarse el afecto y
reconocimiento, sentó las bases que permitieron avanzar en el efectivo
control de esta enfermedad.
Producto de su tarea fue la
creación en 1978, del Instituto Nacional de Virosis Hemorrágicas,
actualmente Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas, al que
dirigió desde su creación hasta sus últimos días. La muerte lo
sorprendió sin haber concretado todos sus objetivos, pero sin embargo,
viendo en acción uno de sus grandes anhelos: el de la vacuna Candid 1
contra la FHA.
Mediante el Decreto 393/94 de fecha 16 de marzo
de 1994 y como reconocimiento a toda la labor desarrollada, se impuso el
nombre del Dr. Julio Maiztegui al Instituto Nacional de Enfermedades
Virales Humanas, en un acto abierto a la comunidad, llevado a cabo en
sus instituciones el día 29 de octubre de 1994.