La laguna de Melincué, que en su momento llegó a tener más de 30 mil hectáreas, hoy y como consecuencia de la sequía del año pasado redujo su caudal al 10%; es decir a 3 mil hectáreas. Sin embargo, como dicen los lugareños, es un espejo de agua traicionero ya que puede pasar de estar "muy agrandada" a tener muy poca agua en cuestión de meses y como consecuencia de factores climatológicos. Desde la provincia anunciaron una obra que reforzará la defensa ante posibles lluvias y para evitar, como pasó en 2017, que el agua ingrese al ejido urbano.

Este espejo de agua ubicado en el departamento General López tras ser desbordado por última vez en 2017, necesitaba la ejecución de un sistema defensivo. Las máquinas avanzan con la reubicación de las piedras que conformaron la defensa provisoria y se encuentran ejecutando un terraplén mayor entre la laguna y la ruta 90.

Fuente: La Capital

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